La respuesta corta: sí, absolutamente. Hay una razón por la que cada vez más franceses se sienten atraídos por los teléfonos reacondicionados. Según un reciente estudio realizado por Ipsos por encargo de Hubside.Store, el 69% de los franceses se declara dispuesto a optar por un aparato reacondicionado. Este cambio de paradigma está impulsado por el ahorro que permite la fórmula, pero también por una creciente conciencia medioambiental en Francia.
Para ahorrar dinero y cambiar de teléfono más a menudo
Empecemos por señalar la diferencia entre los teléfonos de segunda mano y los reacondicionados. A diferencia de un teléfono de segunda mano, un teléfono reacondicionado es reformado por un profesional (reparación, reacondicionamiento, cambio de piezas, etc.), después de haber sido sometido a una serie de pruebas. En otras palabras, es un producto casi nuevo, que se ofrece al precio de un teléfono de segunda mano. En un contexto en el que los precios de los smartphones de las marcas más populares superan los 1.000 euros cuando son nuevos, optar por un dispositivo reacondicionado tiene sentido, sobre todo porque se puede ahorrar hasta un 40%. Pero eso no es todo. Si eres un apasionado de la tecnología, elegir un teléfono reacondicionado te permitirá cambiar de teléfono a menudo sin arruinarte.
Garantías óptimas
Cuando se les pregunta qué motivó su decisión de comprar un nuevo teléfono, la mayoría de los compradores citan sin duda la garantía. Pero eso sería un malentendido del mercado del reacondicionamiento… De hecho, casi todas las marcas especializadas en teléfonos inteligentes reacondicionados ofrecen garantías de 12 meses contra el mal funcionamiento, la pérdida, la oxidación, el robo… Algunas marcas, como Hubside.Store, van más allá y ofrecen a sus clientes una garantía de 24 meses para los productos reacondicionados.
Teléfono reacondicionado = menos impacto en el medio ambiente
Esto es obvio, sobre todo si se tiene en cuenta que el diseño y la fabricación de un nuevo smartphone implica el uso de más de 70 metales preciosos por aparato, por no hablar de las emisiones de CO2 causadas por el transporte. Al final del ciclo, un smartphone genera más de 170 gramos de residuos electrónicos. Como ves, optar por un teléfono reacondicionado minimiza este impacto medioambiental. ¿Cómo se puede hacer esto? Al dar una nueva vida a los aparatos, se limita la emisión de gases de efecto invernadero y la cantidad de residuos electrónicos. En resumen, elegir un smartphone reacondicionado significa hacer algo por el planeta, a la vez que se ahorra dinero.